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domingo, 5 de octubre de 2014

EL ELCHE SOBREVIVE AL ARBITRO




Les aseguro que hay pocas cosas que deteste más de esta profesión que hablar de los árbitros. Suficientemente complicado lo tienen ya los otrora 'hombres de negro' como para encima tener que lidiar con los periodistas, que muchas veces apuntan al del silbato para ocultar miserias propias o ajenas.

Lo detesto, pero hay veces en las que no queda más remedio que hablar de ellos, porque sus decisiones alteran el curso natural de la cosas, como pasó este sábado en Almería. Carlos del Cerro Grande es, de por sí, un colegiado que no me gusta y con actuaciones como la de esta noche será difícil que me haga cambiar de opinión.

En su debe cabe citar hasta tres decisiones claves en las que perjudicó siempre al mismo equipo. Uno no cree en las manos negras así que debe ser fruto de la casualidad, pero lo cierto es que fueron fallos groseros que alteraron el resultado final.

Para empezar, pitó como penalti una falta de Albacar sobre Wellington Silva que era fuera del área. En este caso, tiene mayor responsabilidad su asistente, que debió indicarle esta incidencia, porque lo que él ve es al brasileño del Almería caer ya dentro del área. Un fallo pues asumible aunque de importante calado.

Menos asumible, desde mi punto de vista, es la expulsión de Jonathas. Su segunda amarilla es, a todas luces, exagerada porque su mano ni es voluntaria ni corta una acción de peligro del Almería. Un colegiado de Primera tiene que pensárselo más, mucho más, a la hora de dejar a un equipo con diez.

El tercer error llega en el segundo tanto local, obra de Hemed, que a mi parecer carga a Manu Herrera en el área cuando cabecea. La salida timorata del cancerbero madrileño y la casi ausencia de protestas en el bando ilicitano no eximen a Del Cerro del nuevo borrón, porque la carga existe y debió suponer la anulación del tanto.

El resto fue un partido de fútbol en el que el Elche fue mejor, pero que por razones ya aclaradas no le sirvió para sumar el ansiado triunfo. Y eso que se adelantó muy pronto, tras un centro de Jonathas que Víctor Rodríguez cruzó de cabeza con la pericia del '9' que no es.

El Almería, que funciona mejor lejos de su feudo, vio crecer la sombra de un nuevo fiasco con el paso de los minutos, pues era incapaz de inquietar a Manu Herrera. El penalti de la discordia vino a rescatarlo de su atrofia futbolística y, de paso, supuso un espaldarazo emocional que casi rentabiliza Soriano con un par de cabezazos cuando mejor jugaban los hombres de Francisco justo antes del descanso.

La segunda parte no tenía un dominador claro y Edgar, demasiado individualista toda la noche, puso a prueba la pericia de Manu Herrera con un peligroso disparo ajustado a la cepa del primer palo.

Fue un aviso que el Elche se tomó muy en serio. Tanto que Jonathas tardó sólo un minuto en responder con un tremendo misil balístico que Rubén apenas alcanzó a ver pasar. Era el gol de la noche y un nuevo empujón a las aspiraciones de triunfo de Escribá y los suyos.

La roja a Jonathas animó al Almería a buscar el empate con nuevos bríos, pero Wellington Silva era el único atacante local con las ideas claras, así que pasó de fabricar las ocasiones a rematarlas, aunque sin fortuna en dos chances notables.

El empate final de Hemed, en pleno acoso andaluz, llegó como ya hemos relatado, así que ahora corresponde a ustedes decidir si hemos sido injustos con Del Cerro o, por contra, fue el colegiado madrileño el que no impartió justicia con equidad.


fuente : diario marca

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