Cuando acabe el día, Elche y Alcorcón ya estarán de vacaciones. Sus jugadores y técnicos pondrán rumbo a sus hogares para disfrutar de la Navidad, aprovechando que han tenido la suerte de que el calendario les haya puesto en la parrilla de salida para disfrutar de sus familias. Antes de eso, los dos equipos tienen una misión por cumplir. La ilusión, en estas fechas señaladas, puede multiplicarse con una victoria. Los ilicitanos juegan para ser líderes y los madrileños, para meter la cabeza en el playoff. En ambos casos, a la espera de lo que suceda en el resto de la jornada.
Bordalás recupera a sus bastiones para defender el fortín del Martínez Valero, donde no pierde desde el pasado 26 de octubre. El Córdoba fue el último equipo que osó a llevarse todo el botín del feudo franjiverde. Esta noche, Etxeita, Acciari y, sobre todo, Nicki Bille regresan para defender con todo su arsenal el caramelo que les pone delante la competición. El delantero danés apunta a la portería de Manu Herrera, la segunda menos goleada del campeonato. Y lo hará con la intención de prolongar el estado de gracia que gozaba antes de su sanción, que le había llevado a marcar cinco goles en sus últimos cinco partidos. En el centro de la diana, tres puntos y la opción de acabar el año en el primer puesto. Para lograrlo, primero ganar y luego esperar el pinchazo del Hércules.
Bordalás tendrá que hacer dos descartes por decisión técnica. Etxeita sustituirá al lesionado Héctor Verdés mientras que Acciari y Rúper se juegan el otro puesto. La duda pasa por el estado físico de Ángel. Ayer se subió al coche cojeando, con un fuerte golpe en el tobillo que, unido a sus molestias en el pubis, le han dejado tocado. El 9 del Elche quiere jugar. Ya habrá tiempo en vacaciones de recuperarse.
El rival. En el Alcorcón, Anquela volverá a poner a su once de lujo tras dar descanso a los titulares en Copa. Miguélez es su única duda. El mundialista Carney, destacado ante el Zaragoza, podría ser titular.
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